SALVADOR TRANCHE PRESIDENTE DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE MEDICINA FAMILIAR Y COMUNITARIA (SEMFYC)
«Si el Sespa incorpora más recursos humanos en Atención Primaria, se establece un protocolo seguro con las residencias de ancianos y se lleva a cabo un seguimiento estricto de lo que pase con las escuelas, la evolución de la enfermedad en Asturias será mejor que en otros sitios ». Si no, Salvador Tranche (Navarra, 1957), presidente desde 2016 de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) y médico de familia en El Cristo, análisis un tsunami, con colapso del sistema sanitario incluido.
-Dicen que Asturias ha resistido mejor la COVID-19 gracias a la Atención Primaria.
-Pero la Primaria sí actuó como muro de contención ...
-¿Cuál es la situación actual en los centros de salud asturianos?
-Es importante destacar que todos están abiertos y que hay instrucciones del Sespa de que los consultorios periféricos que se cerraron abran en septiembre.
-¿Sigue predominando la atención telefónica?
-Ahora mismo, de cada diez llamadas, siete se resuelven telefónicamente. ¿Es este el modelo ideal? For nothing. Pero sí es el modelo al que se va a ir en el futuro, porque hay un porcentaje muy elevado de demandas de salud que se pueden resolver de manera no presencial. Ahora lo estamos haciendo con una herramienta del siglo XX, el teléfono. Necesitamos incorporar herramientas como el correo electrónico, el whatsapp o la videollamada, que ya se está utilizando en otras comunidades.
-No mucho. Salvo que haya un brote, lo que multiplica el número de sospechas, la cifra de casos es muy pequeña.
-Que los casos sean ahora más leves, o asintomáticos al diagnosticarse en una población más joven, ¿qué está suponiendo?
-Pues la banalización de la enfermedad, cuando ésta sigue siendo muy grave. Es algo que nos preocupa enormemente. Lo que estamos viendo es que mucha gente no está respetando la cuarentena. Ya nos ha pasado en Asturias de llamar a un positivo para hacer el seguimiento y pillarlo en el supermercado haciendo la compra. Otra cosa importante: quien ha sido contacto estrecho de un positivo, aunque dé negativo en la PCR, tiene que aislarse diez o catorce días porque la prueba que hoy da negativo, a las 48 o 72 horas puede dar positivo.
-¿Qué pensará que pase a partir de septiembre, cuando empiecen a circular otros virus?
-Pues se pondrá lo que yo llamo el 'momento tsunami' porque va a ser el momento de la gripe, que algunos años prácticamente ha saturado los centros de salud y los hospitales, a esa situación se añadirá el coronavirus y las infecciones respiratorias de otro tipo.
-¿Es fácil diferenciarlas?
-Francamente, no. A nivel de la clínica todos los síntomas son iguales. A pesar de que hay un estudio reciente que dice cómo van apareciendo los síntomas en los pacientes con COVID, es difícil que la gente sea capaz de discriminar qué fue primero.
-Habrá que mantener el doble circuito para pacientes con clínica respiratoria sospechosa de COVID o infección respiratoria y para pacientes que acuden por otro motivo. Y, en mi opinión, a todos los que acudan por infección respiratoria habría que hacerles una prueba diagnóstica de coronavirus. No podemos dejar que un paciente positivo pueda contagiar a sus contactos. A esto hay que añadir que los grupos de riesgo este año deben vacunarse de la gripe en un porcentaje mayor.
-¿Qué papel le tocará a la Atención Primaria en ese escenario?
-Cortar la cadena de transmisión a nuestro nivel porque si esto nos supera no habrá camas hospitalarias ni unidades de UCI que pueden soportar la capacidad de infectar que tiene este virus. El sistema colapsará
-¿Es de prever que la segunda oleada pueda ser peor?
-Mi impresión es que va a ser peor. Si no diagnosticamos rápidamente y controlamos los contactos estrechos, esto se convertirá en transmisión comunitaria y el volumen de hospitalizaciones será enorme. Si no hay recursos en Atención Primaria, la unidad de seguimiento epidemiológico no se refuerza con rastreadores, los sistemas de información entre Salud Pública y Atención Primaria no funcionan y no tenemos suficiente capacidad de hacer PCR, tendremos un tsunami difícil de controlar.
Colapso sanitario
-¿Preocupan las cifras actuales?
-La situación es delicada. No pensábamos estar como estamos. En este momento debería haber pocos brotes, pocos casos y pocas hospitalizaciones. País vasco, Aragón, Cataluña y Madrid preocupan extraordinariamente. Si esto sigue así, y le añades la gripe y el resto de infecciones del otoño-invierno, aumenta el riesgo de colapso sanitario.
-¿Y la vuelta al cole?
-Creo que hay que recuperar la actividad presencial, lo que no sé es si en su totalidad o parcialmente. Pero potenciando al máximo las medidas de seguridad.
-¿Las últimas medidas tomadas por unanimidad por todas las comunidades autónomas serán suficientes para atajar la transmisión de la infección?
-Creo que las once medidas son importantes, aunque hay una que me chirría un poco y con la que no estoy de acuerdo.
-¿Cuál?
-La de restringir las visitas y salidas de las residencias de mayores. Lo veo excesivo. Desde el confinamiento hasta hoy, en muchas comunidades autónomas prácticamente no se ha dejado entrar a familiares y no se ha dejado salir a los residentes. Al aislamiento social que han padecido todos se les ha añadido un aislamiento emocional. El sufrimiento de estas personas es extraordinario. Insistiendo en las medidas de seguridad que tiene que haber en las residencias, habría que habilitar de alguna manera que pueda haber algún tipo de contacto. Que no sea todo tan estricto.